Industrialismo vs informacionalismo
Según M. Castells la sociedad en la que vivimos es una sociedad informatizada, en la cual se encuentra información hasta de forma excesiva, como nunca antes en la historia. La principal característica es que la sociedad gira en torno a esa información. Actividades como la industria y la economía dependen del acceso a estas.
Castells aclara que no es conveniente hablar de sociedad de la información ya que en todas las sociedades de la historia de la humanidad ha habido y ha sido utilizada la misma, pero nunca con tanta importancia, calidad y relevancia como ahora.
Se diferencia del industrialismo ya que los trabajadores de esta era no se condicen con los del modelo fordista.
Un trabajador de la información debe tener capacidad de análisis y de realizar múltiples etapas de un proceso, como investigar, redactar y corregir. El uso de los recursos multimediales también es de importancia, y la lista de posibilidad y cualidades profesionales es casi inagotable, a diferencia del trabajador fordista que solo se encargada de una pequeña parte del proceso.
Prosumidores, los actores de la web 2.0
Prosumidores es una nueva forma de definir a los consumidores de la web 2.0, dejando de lado a la vieja clasificación de consumidores, pasivos ante las comunicaciones de los medios tradicionales.
Un prosumidor es activo, no participa del proceso comunicacional como el final de la cadena “emisor -> mensaje à receptor” si no que es capaz de convertirse en un enunciador y en influir en la concepción de los mensajes.
La cultura del “Do It Yourelf” (hágalo usted mismo) es el medio en el que se desarrolla el prosumidor actual, que tiene la capacidad de generar sus propios mensajes y llegar a 800 millones de personas en todo el mundo a través de un portal web de su autoría.
Las posibilidades para un prosumidor interesado en periodismo hoy por hoy son infinitas. Cualquier persona con un buen teléfono móvil y conectividad a internet puede transmitir un video en vivo a cualquier parte del mundo por medio de Facebook Live, Periscope o Instagram, aplicaciones con millones de usuarios y potenciales receptores.
También un periodista digital puede twittear las últimas novedades, subir imágenes de acontecimientos a sus redes, crear su empresa que financie a través de AdWords y salir en búsqueda de un mercado.
Como los tiempos cambiaron, es muy frecuente encontrar sitios y perfiles dedicados con exclusividad a un rubro muy específico, que logra captar un público con intereses afines, lo que se traduce en una mina de oro para las empresas que apuntan a esos clientes, siendo una opción cuanto menos interesante a la hora de publicitar.
Ejemplos de espacios para prosumidores hay a montones en la red. TN y la Gente, es uno de estos portales abiertos para recibir información directamente desde los públicos.
Otro medio habitual es el uso de hashtags o etiquetas, donde medios masivos suelen hacer participar a sus audiencias, por ejemplo para elegir al jugador más destacado de un partido de fútbol la cadena Fox utiliza el hashtag #ElJugadorDelPartido.
#SudamericanaxFOX – Néstor Ortigoza, elegido #ElJugadorDelPartido se lamentó por el empate pic.twitter.com/cI0pfL9Ywj
— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 3 de noviembre de 2016
Uso del hashtag #ElJugadorDelPartido
Burbuja de filtros
La “burbuja de filtros” es la denominación que dio Eli Parisier al método mediante el cual los algoritmos de la red clasifican las publicaciones y las informaciones que se muestran a los consumidores. La selección se basa a través de los gustos e intereses del usuario, poniendo en pantalla aquellos mensajes por los que tiene afinidad y quitando de su vista todos aquellos que pueden resultarle molestos.
Como resultado de esta burbuja de filtros se obtiene como resultado una visión totalmente parcializada de la realidad y los contactos que tiene, ya que sobreexpone al usuario a mensajes similares y filtra aquellos con los que no concuerda.
Esta teoría es explicada por el propio Eli Parisier en una charla TED que ya cuenta con más de 3 millones 700 mil visualizaciones y que se presenta a continuación.
La ética hacker
Normalmente cuando hablamos de hacker imaginamos a personas jóvenes encerradas en sus habitaciones intentando violar la seguridad de algún importante sitio web o robando datos financieros o hasta dinero a través de computadoras.
Esa concepción es errada y para ese tipo de acciones existe el término crackers (proveniente de Crack, que significa dañar o romper).
Un hacker es una persona que tiene grandes conocimientos sobre la informática y sus usos y que busca errores en el sistema para mejorarlo. También persiguen el objetivo de hacer de internet un lugar de fortalecimiento de la democracia y de libre acceso de la información.
Fotografía tomada por Brian Klug – CC BY-NC 2.0
Algunos casos al respecto, hackers y crackers, tienen repercusión en los medios de comunicación. Sin ir más lejos, el 30 de noviembre de 2016 se realizaron 12 allanamientos en Buenos Aires y el conurbano luego de un ataque informático a las cuentas bancarias de la municipalidad de 25 de mayo. El objetivo del accionar de la justicia fue recuperar 3 millones 500 mil pesos robados a la ciudad. Por el operativo se logró detener a 8 personas y recuperar parte del dinero robado.
Pero, sin dudas que el ejemplo de hackeo más conocido es el de Julián Assange con su portal WikiLeaks relevó grandes cantidades de documentos oficiales secretos que generaron revuelo en las relaciones diplomáticas y empresariales a escala planetaria.
Estos documentos confidenciales fueron sacados del control del Departamento de Estado de los Estados Unidos por un integrante esta organización y entregados a WikiLeaks para su difusión.
Aunque parezca extraño, muchas de las pérdidas de confidencialidad de información o filtrado de música, películas y diseños provienen de personas que trabajan formalmente dentro de la organización afectada.
Para conocer más sobre las filtraciones de WikiLeaks accedá a la historia creada por el usuario de Storify Mateotabaresc.
Ciberculturas juveniles
Las ciberculturas juveniles fueron definidas por Marcelo Urresti en uno de sus trabajos académicos y comprenden a los nuevos consumidores de medios de comunicación y TICS, lo denominados millenialls.
Este grupo tiene hábitos de uso y consumos muy distintos a los que tenía los consumidores anteriores. Por ejemplo, la lectura que suelen realizar no es lineal, ya que realizan un escaneo del texto, deteniéndose en aquellas partes que más llamen su atención.
Otra característica es la de utilizar la red de redes como punto de encuentro a través del uso de múltiples plataformas de interacción y redes sociales.
Urresti pone de manifiesto la importancia de la inteligencia colectiva para la generación y apropiación del conocimiento, para la recreación y múltiples usos.
Las nuevas tecnologías permiten el trabajo colaborativo, el aporte de ideas desde lugares distantes físicamente y la posibilidad de trabajar sobre un mismo proyecto a kilómetros de distancia.
Como ejemplo de inteligencia colectiva se puede citar al portal Taringa.net, un portal que hizo de la inteligencia colectiva su slogan de marca y que es punto de encuentro de múltiples problemas y soluciones.
Desde insólitas recetas de cocina como hacer hongos rellenos, pasando por generar un pendrive Multiboot en 5 minutos con sistemas operativos Windows y Linux en 5 minutos, hasta la construcción de un nuevo hardware para gamers, cualquier usuario con acceso a una computadora e internet puede generar aportes a la inteligencia colectiva, hacer comentarios, sugerencias y seguir avanzando sobre las temáticas de forma particular.
Web 1.0 y 2.0
La web 1.0 fue el primer modelo de desarrollo, con sitios estáticos, que no tenían la posibilidad del feedback con la audiencia y que, en caso de medios de comunicación por ejemplo, eran la copia de lo que salía en las páginas del medio tradicional.
Además, la web 1.0 no era participativa, era carente de multimedialidad, con escasos recursos fotográficos, de audio y video y el modelo de negocio era muy confuso, habiendo sitios que, por ejemplo, cobraban para permitir el acceso.
Con el tiempo surge la web 2.0, mucho más activa, participativa y dotada de recursos.
Por ejemplo, en este post, cualquier usuario puede dejar un comentario, con críticas, felicitaciones, sugerencias y cuanto uso le quiera dar al espacio destinado a este fin.
Además, mediante la hipertextualidad podrá acceder a noticias, informaciones, imágenes y videos, todo esto sin la necesidad de tener que abonar por este servicio.
Por último, si le resulta interesante podrá basarse en la información aquí desarrollada y en las fuentes citadas para emprender su propia investigación y desarrollar sus conclusiones al respecto.
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Santiago Muratore 